Mis aprendizajes en el primer mes de mi servicio social y prácticas profesionales

              N E U R O M O T O R

 Mi primer mes en el CAM "La Rosa Azul" ha sido increíble, con muchas experiencias buenas tanto como malas pero que finalmente nos enseñan algo. El grupo es neuromotor multigrado que atiende a pequeñitos desde 4to hasta alumnos de 3ero de secundaria. Un grupo tan chiquito de 9 alumnos de edades desde los 10 hasta los 17, es un grupo alegre, con ganas de aprender, que transmite muchas cosas bonitas y con el cual se puede trabajar de una gran manera, 5 alumnos son de custodia completamente y uno de ellos tiene desarrollado el lenguaje oral, pero claro, son adolescentes que se enojan cuando no quieren trabajar y hacen berrinches.

1er día del ciclo escolar

Por otro lado está el resto del grupo que con apoyo de sus andadores son independientes, 1 que es totalmente independiente y otro alumno que apenas inicio a caminar solo distancias cortas y a veces se apoya de lo que hay a su alrededor. A este grupo le encanta la música.

 Al iniciar era un gran reto para mí, puesto que nunca había tenido la experiencia de poder estar frente a un grupo de neuromotor, probablemente como a mí al inicio, escuchar la palabra neuromotor es relacionarlo con sillas de ruedas, más sin embargo, la diversidad dentro de este grupo es muy grande. 

La única niña del salón 

Aprender tanto de los niños que son independientes, de las mamás de los pequeños, la maestra titular, la fisioterapeuta y el equipo de apoyo es muy grato, dado que hay acciones en las que yo no sabía qué hacer y poco a poco me fui familiarizando con las situaciones que se podían presentar comúnmente las convulsiones de los alumnos que en su mayoría presentan. 

Estar de lleno en este grupo me llevo a nuevas metas por lograr, puesto que ahora si conocí a todos los alumnos así como ellos me ubican perfectamente a mí, al inicio la pregunta que más me inundaba era el saber si realmente lo estaba haciendo bien pero los mismos alumnos me fueron comentando que les gustaba mucho trabajar conmigo y el cómo les explicaba. Pero he aquí una pregunta, ¿los que no tienen lenguaje oral cómo explican sus emociones al trabajar con ellos? super sencillo, te dirigen la mirada y te sonríen, cuando los llamo por su nombre buscan en donde estoy y ese sentimiento es la mejor recompensa.